La Comisión Europea ha visitado las principales actuaciones desarrolladas en el marco del proyecto LIFE+ Urogallo cantábrico, que coordina la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, y que tiene como objetivo frenar el declive de la especie y contribuir a su conservación.  
 
Representantes de la Fundación Biodiversidad y los socios del proyecto han mostrado a Dorte Pardo, de la Unidad LIFE de la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea, las principales acciones emprendidas a través de un recorrido por las vertientes oriental y occidental de la cordillera Cantábrica.
 
En Asturias, han visitado las instalaciones del centro de cría y reserva genética del urogallo cantábrico, situado en el Parque Nacional de Redes en el concejo de Sobrescobio. En la actualidad, alberga tres machos y once hembras y está dotado de servicios para la incubación, el nacimiento, la cría y reproducción de ejemplares. Además, cuenta con un espacio para su aclimatación al medio exterior y un parque de suelta.
 
La Comisión Europea también ha podido conocer in situ las acciones de gestión de hábitat en las Zonas de Especial Protección para la Aves (ZEPA) Picos de Europa, Omaña y Alto Sil. Hasta la fecha, se ha actuado en 230 hectáreas para crear un entorno más favorable para el urogallo cantábrico. Así, se han efectuado desbroces selectivos de matorral y tratamientos de arbolado para incentivar el crecimiento de arándano y otros arbustos, claves en la dieta del urogallo.
 
Durante el recorrido por la la ZEPA Picos de Europa, también han podido observar las acciones impulsadas para reducir el impacto de la estación subeléctrica situada en el Puerto de Panderrueda, en el Collado de la Vieja. A través del LIFE+ Urogallo cantábrico, se logrará eliminar el ruido y las molestias que causa a la especie.
 
En la ZEPA Picos de Europa en Castilla y León, se ha visitado el parque de suelta donde se liberaron en octubre de 2014 tres hembras procedentes del centro de cría. Por otra parte, durante la visita a la ZEPA Fuente del Narcea y del Ibias, se ha realizado un seguimiento de los dos ejemplares radiomarcados. Las señales que emiten llegan a un receptor con el que los agentes consiguen localizar exactamente su ubicación. Esta acción permite recoger información relevante para la conservación de la especie.