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Amenazas

arandanera, especie clave en la alimentación del urogallo cantábrico @SEO/BirdLife

El declive de la población de urogallo cantábrico se debe a una combinación de factores globales (el cambio climático podría ser responsable del descenso de la población de urogallos en toda Europa), regionales (que afectan a la cordillera Cantábrica, límite de su área de distribución) y de carácter local (elevada presencia de competidores y depredadores). Todos los factores de amenaza están estrechamente ligados entre ellos y tienen un efecto aditivo.

Pérdida de calidad de hábitat. Relacionada con el abandono del medio rural y de los usos tradicionales, que ha favorecido la transformación del medio forestal. La evolución de la cubierta vegetal hacia estructuras más densas y regulares ha tenido efectos negativos en la penetrabilidad del hábitat y en la fructificación de especies clave para su alimentación. A medida que el hábitat es de peor calidad o está más fragmentado, los urogallos necesitan incrementar sus dominios vitales para cubrir sus necesidades de hábitat, incrementando con ello los desplazamientos entre fragmentos con estructura favorable. Además, la fragmentación forestal determina un incremento de los bordes forestales, lo que tiene un efecto indirecto, favoreciendo la predación y el ramoneo por ungulados competidores.

Fragmentación de la población y aislamiento de ejemplares. Actualmente, el área de distribución del urogallo cantábrico está localizada en áreas montañosas de la cordillera Cantábrica, en Galicia, Cantabria, Principado de Asturias y Castilla y León. El declive poblacional ha sido más relevante en las zonas periféricas y en la zona central del área de distribución. Dada la fragmentación del área de ocupación, se puede considerar que la población está constituida por dos núcleos principales, separados por una amplia zona con muy baja población y circunscrita a la vertiente norte de la cordillera:

  • núcleo oriental, en los Parques Naturales de Caso y Ponga y el Consejo de Aller en Asturias, en el Parque Regional de los Picos de Europa en León y en algunas zonas del Parque Nacional de los Picos de Europa.
  • núcleo occidental, en el Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, Parque Natural de Las Ubiñas-La Mesa y varias zonas limítrofes en Asturias, y los valles del Alto Sil y Cepeda en León.

Depredación. La depredación de puestas y de ejemplares en sus primeras etapas de vida se debe haber incrementado en las últimas décadas, debido a la modificación del hábitat y al aumento de poblaciones de depredadores en su área de distribución. La elevada tasa de depredación está relacionada con la estructura forestal, ya que los depredadores son más eficaces en un bosque fragmentado que en un bosque continuo, y en uno sin cobertura de refugio en el sotobosque que otro rico en áreas de refugio.

Causas de mortalidad no natural. La presencia en el área de distribución del urogallo cantábrico de estructuras peligrosas, como líneas eléctricas, cercados y vallados, es un importante factor de amenaza para la subespecie, pudiendo causar la muerte de urogallos por electrocución o colisión.

Pérdida de usos tradicionales y vinculación con el territorio. La ganadería extensiva tradicional, los aprovechamientos tradicionales de madera, leñas e incluso el de hoja para la alimentación del ganado doméstico, han configurado el paisaje actual de la cordillera Cantábrica. El abandono del medio rural y, consecuentemente, de los usos tradicionales que se venían practicando en los montes cantábricos, ha comportado cambios en el hábitat, como la densificación y regularización de las masas arboladas, el avance del matorral, lo que puede constituir un factor de amenaza para la subespecie.